domingo, 22 de enero de 2017

¿Quién fue Don Nelson Muñoz Custode?, el patrono de la Copa que lleva su nombre

Un estratega de su propio éxito. Su historia personal fue fuente de admiración por todo lo que logró pese a que sus primeras etapas de vida fueron muy duras. Quizás, por lo mismo, supo valorar cada uno de los hitos que alcanzó con tanto esfuerzo.
Nelson Muñoz Custode era miembro de una familia de ocho hermanos. Se crio en una hacienda en Latacunga con su tío Juan Custode Miranda. Tenía 16 años cuando empezó a trabajar en el páramo donde dormía cuidando ganado. Esa lucha contra la inclemencia de la naturaleza seguramente contribuyeron a templar su carácter.
A los 22 años, en busca de nuevos horizontes, se trasladó a vivir a la provincia de El Oro, específicamente Machala y luego a Pasaje, tierra donde forjó su vida.
A comienzos de los años 50, tomó el tren para Guayaquil. Allí pernoctó, y, en la mañana siguiente se fue a misa. En la iglesia María Auxiliadora, vio con admiración la impecable imagen de un caballero que vestía de blanco, en compañía de su esposa. Ambos cruzaron miradas y cuando él se fue recién se enteró que era el hombre más rico del Ecuador, Luis Noboa Naranjo, quien nació pobre y creo un imperio.  Entonces desde aquel momento  él se habría impuesto una meta diciendo “algún día haré negocios con él”.
Luego de su paso fugaz por Guayaquil se dirigió hacia El Oro, lugar donde estaba dispuesto a empezar una nueva vida. Durante los primeros días en Machala  consiguió trabajo en la Junta de Reconstrucción de la provincia. Era el tiempo del auge bananero y cacaotero y Don Nelson Muñoz se supo relacionar con el círculo social orense. En las tantas fiestas y reuniones que asistía al Club  Machala conoció a doña Esilda Ugarte, una dama distinguida con quien contraería matrimonio para toda su vida.
Con el transcurrir del tiempo se radicó en Pasaje tuvo a dos hijos, Abel y Vito Muñoz. Luego de varios años, su padre, le regaló 10 hectáreas que estaban sin sembrar y ese sería el punto de partida para que Don Nelson encamine una vida prodigiosa como empresario. Inmediatamente se volvió a sembrar, trabajar y producir y sobre todo a ahorrar; y de ese modo fundó la primera empacadora de  banano en los años 50, que producía 100 cajas a la semana. A partir de ahí adquirió la hacienda Italia. En ese interín se ganó la confianza de don Manuel Issac Encalada, uno de los hombres más poderosos de la provincia.
En los años 70 su patrimonio creció debido al boom bananero. Sus utilidades le permitieron adquirir bodegas y terrenos en Guayaquil como en  Pasaje. Y siempre fue muy de avanzada para los negocios. Tenía propio muelle y lanchones.
Cuando transcurrían los años 80, agradeciendo Jurgen Schumacher y Pedro Kesller de Standard Fruit, se encuentra por vez primera con Luis  Noboa Naranjo a través de don Enrique Ponce Luque y comienza a exportar por medio de su compañía.
Nelson Muñoz se convirtió en un señor con sus propias reglas. Nunca hablaba de dinero, ni en la mesa ni en el dormitorio. Siempre decía que el mejor negocio del mundo era ser honrado. Sus decisiones eran compartidas con su esposa, su guía.
Coleccionista de autos, principalmente de los Camaros y Mercedes los cuales los utilizaba en Guayaquil y Land Rover en El Oro. De pantalón caqui y camisa blanca. Tenía su forma de ser austero, y alcanzó a disfrutar de las cosas que anheló en vida, y que logro con intenso amor por su familia.
Fue un hombre que vivió sin hacer sentir su presencia, pero que al morir su ausencia se siente. Luego de 6 meses de su partida (junio del 2010), se jugó la primera edición de un partido de fútbol que otorga como premio un trofeo que lleva su nombre (enero 2011). Desde aquel entonces la Copa Nelson  Muñoz se convirtió en una tradición en épocas de pretemporadas del balompié nacional.
Con la que se juega en este año entre Fuerza Amarilla y  Juan Aurich, son siete las ediciones de este fugaz e importante torneo que lleva el nombre de este recordado empresario ecuatoriano.
Fuente: HinchaAmarillo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario